
Una de las medidas de eficacia demostrada es la esterilización ecológica es usando luz ultravioleta. La luz UV-C a 254 nm permite eliminar gérmenes, bacterias y virus desde superficies. La radiación ultravioleta (UV) es germicida mediante la inactivación de biomoléculas. La región UV del espectro electromagnético va de los 10 a los 400 nm (el ojo humano no detecta longitudes de onda <400 nm). La radiación UV-C (100 a 280 nm) tiene su máxima actividad germicida a 265 nm. Se emplea UV-C en el laboratorio de microbiología, dentro de los gabinetes de bioseguridad , y también se le aplica para la desinfección de superficies en los hospitales y mas nuevos en ascensores, autobuses, trenes, aviones etc.
La luz ultravioleta (UV) es una forma de luz invisible al ojo humano, ocupando la porción del espectro electromagnético situada entre los rayos X y la luz visible. Por ejemplo, el sol emite luz ultravioleta, aunque la capa de ozono terrestre absorbe gran parte de ella ya que en caso contrario sería dañina para el ser humano, no sólo para las bacterias.
La gran diferencia de la desinfección de superficies usando luz ultravioleta en comparación con otros métodos químicos, es que la luz UV proporciona una inactivación rápida y eficiente de los microorganismos mediante un proceso físico. Cuando las bacterias, los virus y los protozoos se exponen a las longitudes de onda germicidas de la luz UV, se vuelven incapaces de reproducirse e infectar. La ventajas de la luz ultravioleta frente a los tradicionales sistemas de desinfección son evidentes ya que la desinfección con luz ultravioleta es un proceso en frío que funciona sin la necesidad de añadir ningún producto químico durante todo el proceso de desinfección y, al tratarse de un sistema físico, los microorganismos no son capaces de generar resistencia al proceso de desinfección.